La provincia de Borgoña en Francia esconde uno de los mejores tesoros gastronómicos del país, el vino. Pero, entre sus viñedos y valles, se encuentra otro oculto bajo tierra: la piedra de Borgoña en la que se inspira la colección Bourg. Se trata de una piedra natural caliza que, además, es testigo de la historia natural de la región, por las marcas de conchas fósiles sobre su superficie.